24 nov 2021

HAY AMORES QUE MATAN...

 



SINOPSIS

En ocasión, del Día del Amor o San Valentín, les narro esta historia verídica, la conocí por la propia víctima, un apreciado colega. Es que hay todo tipo de "amor"...el bueno, el sublime, el platónico, el pasional....hasta el malvado.... ese que nos puede! matar!

                                             

“La superstición es una creencia basada en la ignorancia”

(Baruch Espinoza)

 

Lo conocí a través de mi ex esposo, se llama Víctor José, de tez blanca, ojos de verde aceituna, de mirada penetrante y de estructura física atlética y admirado colega dentro del gremio, ´pero tenía algo más, que su destacado físico:  virtuoso músico y por lo tanto, ofrecía, en sus horas libres, fuera de su profesión de abogado, clases de piano, guitarra y cuatro, éste último, instrumento típico de mi país, parecido a la guitarra, solo que está conformado por cuatro cuerdas. Víctor José, vocaliza también, aunque para mí opinión, es mejor músico y compositor de su propia producción, que cantante. Carismático, conversador y con una cultura general, bastante nutrida, que añadía, una personalidad, atractiva y entretenida.

Se casó con Jully, otra colega, que al poco tiempo de conocerla forjamos una bonita amistad.  Pero, después de la disolución de mí matrimonio, como suele suceder, los amigos tienden a separarse también, unos quedan del lado de la dama y otros del caballero. Víctor José...se alejó. Como él y mi ex, eran amigos de farras y tragos, tenía suficientes motivos para que se quedara del bando contrario. Jully, se mantuvo en expectativa…quizás porque corría con la misma suerte…

Después de tres años...nuevamente, Víctor José, llegó a mi residencia, con un rostro de preocupación y señales visibles de estar enfermo, o por lo menos, de que una afección física estaba transitando por su organismo.  Delgado, casi cadavérico. De aquel hermoso rostro, solo le quedaban vestigios de sus bellos ojos. Él se percató de mi asombro al observarlo, porque me manifestó:

“Anny, tranquila, soy el mismo Víctor José, solo que estoy enfermo, Agradezco que por favor me atiendas”.

Esta sigue siendo  tú casa Víctor, siéntate… ¿en qué  puedo ser útil?” Lo invité a que se sintiera cómodo en el living.

 Sin preámbulos, tajante y con voz apresurada, como si todas sus palabras habían estado guardadas por un tiempo y ahora, ante mi presencia, salían a borbotones y con urgencia de ser escuchadas, me dijo:

“Anny…es que mi enamorada me está matando”. Y un sollozo opacó las palabras, que, para mis oídos, eran extrañas, incongruentes, fuera de toda lógica.

 ¿Cómo es que alguien, que de ti está enamorado, te quiere matar?

El colega, empezó su historia, de esta forma:

Me enamoré perdidamente de Haideé, es médico, emigró, vino hacer un postgrado y se quedó en el país. Trabaja en una conocida clínica de la ciudad y por ese motivo, Jully inició el trámite de divorcio. Tenemos como ocho meses de amoríos, entre viajes y salidas los fines de semanas, nos afianzamos en una relación, pero aún, no convivimos en un único domicilio , cada quien conserva el suyo. Pero, ha sucedido algo, que, aunando a los episodios vividos y entrelazando parte de mi malestar físico, que es notorio, le doy crédito a lo que me han comentado. Sucede Anny, que, una enfermera de apellido Contreras, a quien conocí en la casa de Haideé recientemente, me ha llamado por teléfono, concertó una cita conmigo, nos encontramos, porque insistía en que le urgía informarme de algo, porque estaba en peligro mi salud y hasta mi vida. Escuchado esto…. ¿cómo no acudir? Nos vimos en el café “Dulccísimo”, el de los italianos, ese que queda por la calle 71. Esa señora, me ha confesado, previo a jurarle que le guardara el secreto, porque sí salía a la luz pública, su vida también corría peligro. Me confesó, que Haideé, dentro de las bebidas que he ingerido en su casa, zumos de frutas, café, té, wiskis, vinos y cualquier otra, me ha agregado una sustancia, que ella misma prepara y los coloca en el recipiente, sean vasos, copas, tazas, la revuelve y me las ofrece y que así, ha sido siempre. Nuestra relación, iba muy bien, pero, después de esa revelación y haciendo rememoración, noté y a ella, antes, yo mismo le referí, sobre el cambió abrupto de la piel de mi rostro, que en poco tiempo empezó a salirme una erupción, con un permanente malestar estomacal. Al principio se la atribuí a una alergia de un bloqueador solar o de  una crema de afeitar, pero no, lo del estómago continuó…Conocida esa situación, visité a un especialista de dermatología y a un internista,  me ordenó exámenes sanguineos correspondientes y  me ha dicho, que estoy padeciendo de una infección cutánea  por ingestión, que por la poca concentración de la dosis no ha dado resultados alarmantes ni lamentables, porque existen sustancias que se metabolizan, a través del tubo digestivo o son excretadas, pero, otras son absorbidas y causan toxicidad, que, en mi caso, es ese último.” Dicho eso, Víctor José, hizo una pausa y me entregó la nota del laboratorio y el resultado de dichos exámenes. 

Luego, continúo:

“No sé qué hacer Anny, Haideé me está envenenando, estoy enfermo, pero, no debo delatar a la enfermera, hice un compromiso con ella. ¿Qué he hecho desde entonces? Dejé de ingerir bebidas en su casa, busco pretextos para alejarme poco a poco… ¡la decepción es tan brutal ¡ Pero,percibo en ella, suspicacia, creo que  ha visto mi cambio y ahora me ahoga, me atosiga, me acosa, cree que tengo otra y lo que quiero es zafarme de ese enfermo amorío. Estoy enloqueciendo querida Anny, por favor… ¡ayúdame ¡…

El único auxilio que te puedo ofrecer, primero, como amiga, es, que cuando quieras hablar, estoy dispuesta a escucharte y segunda, como profesional, que deduzco ese deber ser el origen de tu pedimento, que te armes de valor, de decisión y acudas a la Fiscalía a denunciarla, que allí estaré esperándote, para la tramitación de la misma. Que, con el reconocimiento físico de en la Medicatura Forense y el resultado de ese laboratorio, será el aval, como pruebas técnicas, para el enjuiciamiento de la susodicha”. Le respondí.

“Pero, no puedo mencionar a la enfermera”. Volvió a repetir.

“No tienes por qué mencionarla. Sólo enfrenta a tú enamorada. Vuelve a visitarla y acepta la bebida que te ofrezca, no la consumas, mantenla entre tus manos y “juega” con ella.  Pero, no vayas sólo, invita a un amigo, de esos “incondicionales” y lo enteras de la estrategia. Él será nuestro testigo presencial, el potencial. Busca la forma de no deshacerte de la bebida, una parte la tirarás en el fregadero o al baño, la viertes en el lavamanos, que ella crea que la has consumido en su totalidad, pero una porción, aunque sea poca, debes reservarla en un envase para ordenar la prueba química. Esa debe quedar contigo y la debes de llevar el día que acudas al Despacho. Después, pídele, que te sirva otra bebida, y cuando estés preparado, sorpréndela, no importa que no esté haciendo los bebedizos, confróntala, dile que en una oportunidad la observaste, cuando le agregó a la bebida que preparaba para ti, “algo”, pero que te silenciaste, por ese tiempo, porque no estabas seguro, pero que ya tienes en tus manos los medios probatorios, que presumen, son consecuencias de tus afecciones estomacales y cutáneas. … ¡Llénate de valor! ¡Hazlo! Yo te estaré esperando en la oficina”.

Víctor José nunca visitó a la Fiscalía. El día en que decidió volver en casa de su amada Haideé, se le enfrentó y ella, después de negarlo varias veces, confesó. Doblegada y expuesta por su propio testimonio, le manifestó a Víctor José, que su acción, fue conducida por la fuerza de su "amor," que una “consejera espiritual” le había recomendado la poción, como elíxir alquimista para mantener el amor que él le profesaba. A los días, por temor a que fuese imputada ante los órganos competentes, Haideé, regresó a su país de origen.

Por eso es que la ignorancia no la erradican en los espacios académicos, ella está incrustada en mentes analfabetas, lastimosamente.

Finalmente, Jully y Víctor se divorciaron. Actualmente, él vive en Kansas City, Usa, con nuevas nupcias. Y a Jully al poco tiempo, le sobrevino un “lupus eritematoso sistemático” (LES) y después de una larga y penosa recuperación, se residenció con sus padres, en Caracas, capital de la república.

Siempre me he preguntado… ¿cuál sería la surte de Víctor, si la enfermera, no hubiese  delatado  tan pervertida actuación?

 Conozco del Síndrome de Münchhausen por poder, trastorno psiquiátrico facticio, ejecutada por una persona cercana a los niños, padres, abuelos, tíos, quienes buscan llamar la atención de los demás, haciéndole un daño o una enfermedad al menor. Pero, desconozco, en caso de que exista, el relacionado a las parejas, donde una de las partes, realiza un mal deliberado en el organismo de la otra, pensando en apropiarse y controlar de esa forma, el presunto sentimiento del “amor” que siente el afectado hacía ella. Definitivamente, no sé, si existe ese tipo de síndrome, que debe estar encausado en una anomalía mental, de lo que no tengo duda, es que la conducta, no deja de ser criminal.

 

Ana Sabrina Pirela Paz

(Buenos Aires, febrero 2021)

 

 

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