SINOPSIS
Reflexión sobre los sueños
“Agranda la puerta padre,
porque no puedo pasar,
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mí pesar,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita,
en que vivir es soñar”
(Miguel de Unamuno)
Es difícil imaginar un futuro, con presente oscuro, en medio se abre una puerta, solo interrogantes, sin repuestas, anónima entre tanta gente.
En una balsa, navegando contra la corriente profunda, sin alcance, aquí... nada es resistente...
No sé, si pueda cambiar el horizonte...Todo es confuso, incierto. Mi existencia sólida, fuerte, quedó en suspenso. Estuve dentro de un globo, que deambulaba por los aires, sin rumbo, llena de sueños, elevado y extenso. Llegué al fin, a aún punto fijo y ahora, voy en descenso.
Hinchada de sueños, nada ocurrió real, el último me opacó el espíritu y ya nada fue igual…Tiré mi última carta, esa carta que no sé jugar. Era un sueño, el último por estar...
Ahora estoy a la deriva, esperando un buen oleaje, mirando el faro, sin luz, sin titilar, pero la orilla, como manantial...lejana, no creo llegar...
En un mar de confusiones, creyéndome salvar, remonté a la luna, pero me hizo bajar, al océano, donde tuve que nadar y allí quedé, fuera de la tierra, tampoco tengo lugar. Porque vengo del Mundo de los Sueños, pariente de Morfeo, de la corteza cerebral, del hipocampo, de emociones y memorias, que deseo liberar...
Volví a intentar llegar a un puerto y antes de arribar, me robaron las sogas y nunca pude amarrar. Desvié rumbo, entre mareas airosas sigo sin ruta y no consigo mi balsa atracar...ya casi vacía, sin sueños, que fueron quedando en el fondo del mar, llevo un libro de lectura, una libreta y una pluma para anotar, las mil veces que me inspiré en soñar, pero en mi corazón mucho amor que dar e ilusiones que, aunque no se cumplan, prefiero pensar, que sean reales, me acostumbré a imaginar.
Sigo en el océano, que ya es mucho, dónde estar. Ya vacía, no hay sueños, solo realidades, difícil de aceptar, viva y sola, me acompañan mis pertenecías: el aire, el sol y mi balsa, aunque liviana, no termina de encallar...Regresaron otros sueños, que en la conciencia son difícil de borrar...Entonces sigo soñando, llenándome de sueños, que intentando soltar, pero, como globos se vuelven a inflar...
Ana Sabrina Pirela Paz
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