Vivir un día a la vez, es como abrir un libro
cerrándose cada noche, agotando páginas,
salvo, te sorprendan mañanas repentinas
que despiertan luces, respiro y vibro.
Imagino entonces, un día regalado,
alargado, sin pensar en lo que resta,
o como estar en la sala de una fiesta,
que, al terminar, se olvida lo acontecido.
Vivir un día a la vez, sin expectativas,
sin meses ni años, cada día un final,
sin esperar tiempo en hora adicional,
menos futuras fechas conclusivas.
Vivir cada día…
es despertar sin programa,
en una rápida escena sin trama,
música, rapsodia de un solo día,
No obstante… ¡medida agradecida!
Ana Sabrina Pirela Paz
22-03-2024
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