Esperaré a
que resuelvas,
porque entre
alas blancas
resguardé tús
besos,
no pretendo
que abandones el nido,
aquél que no
das por concluido,
aquí esperaré, en cada estación,
hasta que vuelvas conmigo…
Y si de
tanto esperar, no veo el suelo mojar,
ni tú
revoleteo acercar,
aun así,
permaneceré deseando
oler tú
plumaje y caer
en la rama del cerezo,
refugio y vestigio del ayer.
Puedes migrar…cruzar
mil océanos,
llegar al
Pacífico, elevarte el alto cielo,
pero la
promesa de un gran amor
¡selló tú
vuelo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
añadir comentario