Imágenes en correntías, moviéndose, descubriéndose
como nubes claras, después de una llovizna,
dentro del arco iris, un rostro…
la cara del sobresalto, de la angustia del mal recuerdo.
Reflejos oníricos del otrora, que marcan distancias,
regresan como puntos negros en el crisol blanco,
buscando tormentos, escudriñando sombras dormidas,
grosor tapiz mental, que cubrió ensueños.
Un desvelo empuja al infeliz recuerdo,
oscuro manantial
sin descanso en el lecho,
entrega forzada, arruinando un cuerpo,
palabras tragadas, lágrimas ardiendo.
Cicatrices del abuso infernal existiendo…
! ¡Muñeca herida, rota! desposeída…sin ropas,
es la muerte
que retumba,
¡sin carnes ni sueños!
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