SINOPSIS
Alguien que aprendió a superar tormentas , pero sin olvidar las herramientas, del cómo naufragar.
Sostuvo la tormenta…
inundándose en espacios agresivos,
entre enfurecidas pasiones de
congojas y desencantos…
No hubo sol que secara el suelo humedecido,
por tanto llanto,
ni un trinar de pájaro que sirviera para un canto.
Así quedó aquella desdicha …
por una traición desenmascarada,
que reinaba con excusas, entredichas.
De su piel hizo jirones…
Lágrimas, como río derramado, limpió… hubo perdones,
pero, ante el reincidente, un corto arrepentimiento avivó sinsabores,
y cesó el temporal…
La decisión la tomó enmudecida y al
traidor desapercibido.
Había que terminar la deslealtad,
el viento se perdió en el vendaval…
y secó sollozos.
Sin aire, cruzó otro horizonte, no hubo eco,
lo que quedó fue un lodazal,
recuerdos que no quiere borrar,
porque si volviera otra tempestad,
ya sabe cómo naufragar,
por eso… ¡jamás se permitió olvidar ¡
Ana Sabrina Pirela Paz
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