22 nov 2021

LA INESPERADA SENSACIÓN DE SER UN SUEÑO...




 SINOPSIS

Un breve momento en la confusión mental de una fémina, atrapada entre el sueño y la realidad...

"Los sueños deben ser escuchados y aceptados, porque muchos de ellos, se pueden convertir el realidad" ( Paracelso).

En quién piensas? …Desde hace días estas distraídas…Ensimismada en tús pensamientos” …

¿Para qué responder…? Se preguntó Malena. Era ella y su mundo. No le interesaba satisfacer la curiosidad de su compañera de labores. Por lo que tomó sus útiles de anotaciones y se dirigió al último escritorio, el que estaba frente al ancho del ventanal de la oficina y desde donde podía ver y escuchar el bullicio callejero de transeúntes, vehículos y pájaros.

Ya sentada, intentaba concentrarse en sus funciones como correctora de estilos, para una empresa editorial.

“Me cambió la mirada hacia los hombres.”  Dedujo firmemente.

Sí, el recién conocido era diferente, jovialmente, ostentoso por su vasta amabilidad, talentoso y de espíritu optimista. Dueño de unos ojos claros, de mirada profunda y analítica…Percepción de un prisma reflexivo. Social y académicamente educado, con palabras y gestos adecuados. Una presencia distinta, en su semblante se conjuga el reposo de lo vivido y la estacionaria felicidad por los logros obtenidos. Olía a dicha, a satisfacción, a quietud…Una sonrisa que invitaba una respuesta franca…De vestimenta casual, con acierto y sencillez.

Le pidió darle su mano, ella le entró, amablemente la derecha, con una extraña confianza, porque él le trasmitió seguridad. Se la retuvo por pocos minutos y le refirió, algo así, como “para conectar la piel”, gesto que interpretó Malena, como una forma de “romper el hielo” en dos personas que  empezaban a conocerse…La del caballero, era suave y tibia…Entre sorbos de cafés… Hablaron de vivencias, del pasado y del presente. Sin hacerse preguntas incómodas o indiscretas.

“No perdió detalles en gentileza” … Reflexionaba.

“Hasta me tomó la mano, sin solicitarla, para atravesar las calles.” Seguía repasando pasajes en su mente. A Malena, ese ademán, le resultaba que, en él era natural,   como si estuviera acostumbrado…Se imaginó la escena pintada en un lienzo , mientas lo escuchaba referir los nombresde las calles, de manera despreocupada, sin percatarse en la presencia de los demás.  

“Goya la hubiera plasmado, quizá no con los rigores del cruento invierno, sino con la percepción del gélido viento, balanceando los árboles, de escazas ramas y sin hojas”.  Habló en voz alta. La colega y el repartidor de la empresa, escucharon sus palabras   y se miraron entre sí.

“Es el caballero, que creía, que estaba en “extinción”. Hoy, conoció uno, el de la interesante conversa, de tono pausado y de correcto pronunciamiento. El que sabe cuándo llegar y cuándo despedirse.  

Ella pensó que, cualquier dama, al lado de ese caballero, experimentaría, la real comodidad de sentirse en compañía, hasta en las actividades más triviales: tomando café o caminar…

¿En quién piensas tanto?  Insiste en preguntarle, la única colega con quien comparte actividades, ante la concentración y la vista perdida, detenida en la ventana, desde donde se observa la larga, ancha y transitada avenida Corrientes…

No respondió.

Malena, concluyó con una idea, que extrajo después de meditar:

“Quizá fue un mágico sueño o el noble fantasma imaginario, que de vez en cuando, me visita y posa frente a mí como figura onírica, para adornar mis embelesos.”

Pero, solo tiene la certeza que ingirió dos cafés pequeños: el primero, que lo conocen como “cortado” y el otro, que lo llaman “una lágrima” …Y además, en momentos, le salta la sensación de tener entrelazada una mano, de piel cálida, al tacto agradable, pero ajena…que no le pertenece…

Entonces, se centra en su mundo paralelo: uno real y el fantástico imaginario que la circunda.

Aprendió a vivir entre ambos universos …


Ana Sabrina Pirela Paz

(agosto 2021)


 

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