Mi amor es como el néctar de las ostras,
así lo escribiste y
me abriste la puerta,
pero, al querer entrar,
ni siquiera quedó entreabierta ...
¡Mentiras! ¡Mentiras ¡
no soy ni néctar ni ostra,
ni mujer que admiras,
solo das las vuelta y giras,
porque eres ególatra...
y yo, una inexperta,
que transformó en perla
el amor que postra,
en el profundo mar para envolverla
y dejarla como único recuerdo
en mi conciencia.
! ¡Mentiras !¡Mentiras!!
no soy ni néctar ni ostra,
soy en ti un desacuerdo,
sobre el cual no espero correspondencia,
pero sí de la vida, una recompensa ¡
Ana Sabrina Pirela Paz
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