Desde mi aposento vislumbro tú forma
la que atemoriza, la que enferma,
evoco mi rostro que se transforma.
No me creas muerta,
encuéntrame viva,
no acepto
destino, sorteo la suerte,
creo merecer
tiempo, soy alma compasiva.
Del pensamiento
adictivo, eres la sombra,
noche sin
luz, cuerpo al acecho
tiniebla del
mal recuerdo que asombra.
Eres fatalidad,
en suceso de vida
antes y aun después,
eres agonía,
traje que no
abandonas, es medida.
Eres del
cuadro oculto, imagen tenebrosa,
las existencias
suspendes, terminas, extingues historias,
final, mala parte del cuento, azarosa.
Visita inoportuna, sin permiso de nadie,
presencia oscura, perturbadora, siniestra e
inexorable,
un estorbo en
escenario que repudie.
Eres la sensación
que hoy enrostro,
Ángel de Muerte, no me entrego
ante tu pretensión … ¡no me postro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
añadir comentario