SINOPSIS
Con sumo cariño le dedico esta reflexión a mis apreciados colegas escritores y escritoras, a los poetas y poetisas de esta página Tusrelatos.com y a los que se dedican, al arte de cualquier género literario. Especialmente, a Serendipity, a quien no conozco, pero a través de su poesía, se vislumbra una exponente fiel de la subjetividad de las emociones, sin dejar la objetividad, porque el lector, cuando se acerca a su poesía, interpreta el sentimiento y la belleza expresado en sus letras. Eso es arte!!
“La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”
(Arthur Schopenhauer, filósofo alemán,1788-1860)
“Si te sientes en soledad, cuando estás solo, estás en mala compañía”
( Jean Paul Sartre, filosofo-historiador francés, 1905-1980)
En el trajín cotidiano de la vida, buscando, encontré la palabra que denota la existencia del ser humano, conectándolo al borde de la cima de su pensamiento, sintiéndose libre para “crear”, sin estorbos de nadie más, sino de su propio intelecto y sin opiniones ajenas...Solo él, inundado de su creación. Descifré la palabra: soledad.
Las conceptualizaciones de la palabra soledad, posee varios significados, puede ser el nombre de una mujer o un desierto o un abandono, según los sinónimos que escojamos. Empero, soledad, como la trato aquí, no es el desierto existencial o abandono afectivo que enturbia el pensamiento u oprime al corazón, no, este relato, se centra en el que realiza una persona, voluntariamente, porque ha decidido estar solo, el tiempo que así lo desee para crear una expresión literaria. Del latín solitas, cualidad de estar sin nadie. Estado y sentimiento común que las personas padecen, porque así lo permiten. En esa condición existen dos aspectos: el objetivo y el subjetivo, el primero: estar solo, el segundo, sentirse solo. Dos situaciones diferentes.
Me refiero a la constante del escritor, de las escritoras, de los poetas y poetisas, cuando perciben que el estar solos, favorece su creatividad, porque se profundiza su psiquis y pueden hacer filosofía. El pensamiento en solitario, es introspectivo, abre la inspiración de grandes obras y el autor, disfruta, sintiéndose libre para “crear”, sin estorbos de nadie más, sino de su propio intelecto y sin opiniones ajenas...Solo él, inundado de su ingenio, su inventiva.
En consecuencia, es esa de la soledad, de la cual comento, que nos envuelve o nos acosa. Es la soledad del ser sensible, el que ama la vida, cuando ella le ofrece los matices de colores, por los cuales, mediante la poesía o de cualquier otro género literario, pone a vibrar los corazones de los seres humanos, por la obra escrita, que en cada palabra, se identificfa con el sentimiento del otro…
La soledad como un oasis, casi divino para el pensar, y el pensar, es vivir a conciencia y a plenitud. Por eso en ese refugio, en ese remanso, comprobamos que hemos vivido y que estamos viviendo, para llevar a cabo y crear matices de letras de colores, con la única herramienta de una paleta mental, logramos, lo que hacen los pintores: plasman en la madera o en el lienzo, muchísimas tonalidades; tan ricas como las que hizo Rubens, Caravaggio o Botticelli en el renacimiento, o en la era contemporánea, en el pincel de Gertrard Richter , Miguel Barceló, porque la paleta mental del escritor, produce tonalidades de estilos literarios, infinitamente.
Quizás, fue la soledad, la que impulsó a Vicent van Gogh a decir:” confieso que sé por qué, pero mirar las estrellas me hace soñar”. También, a Edward Hopper, el llamado pintor de la soledad, cuando plasmó el aislamiento en casi toda su obra.
La soledad a la que se alude, la conoce el escritor, son miles que han consagrado algunas líneas, un poema, un cuento, una novela, un libro, para tratar ese tema que nunca perderá vigencia.
La totalidad, la cúspide de estar solo, sensación que enaltecieron a Jorge Luis Borges:” estoy solo y no hay nadie en el espejo” y la de Michel de Montaigne, como estado de máxima perfección: "soledad: un instante de plenitud”.
La magnificencia de la soledad, que interpretó y experimentó Gustavo Adolfo Bécquer:” La soledad es el imperio de la conciencia”.
En lo personal, estoy y sigo sumergida, en ella. En la Dedicatoria, de uno de mis poemarios, le hice honor:
“A mi soledad, a esa constante compañera, que, sin quererla, pero, por estar siempre a mi lado, la hice mi amiga.
Mis ratos sin ella, no hubiese sido posible sumergirme para el nacimiento de estos poemas.
A ella, porque al final, tuve que aceptarla, como alternativa para sobrevivir.
Ella mi consejera.
Mi territorio.
Mi nacer y mi conclusión.
A ella, que me envolvió una mañana en tules y sedas, para que renaciera interiormente en mí, una quimera de luz, con esperanza del mañana.”
Con todo cariño, dedicada a la soledad, compañera, que inspira a los escritores y escritoras, poetas y poetisas…a todos “creadores” en el mundo de las letras.
Ana Sabrina Pirela Paz
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