SINOPSIS
Un poema bajo el prisma de una metáfora, con la lluvia, dolor y muerte.
"Y si por algo es triste la lluvia que no llueve,
será porque es la lluvia condenada a ser nieve"
(José Ángel Buesa)
La lluvia entierra caminos,
pero no borra el surco del abismo,
tampoco cicatriza heridas,
las que quedan incrustadas, como espinas.
La correntía del agua, pasa por árboles, puentes y causes,
que arrastraban caudales,
creyendo que se van inmundicias y penas….
El grito del dolor, hizo eco entre paredes, cruzó el lamento…
Ni el rayo del sol, que alumbra, secó huellas…
Continuó el lodazal llevándose lo que queda…
La lluvia con su relámpago, aún cruje y truena…
Es que no es el torrencial, ni el sol, que arrastrará
lo que desencadena,
¡No ¡como mortales, cuando se entierran,
allí, es donde reposarán todas las penas,
que se adherirán con hueso y arena.
Ana Sabrina Pirela Paz
(abril 2021)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
añadir comentario