SINOPSIS
Sobre los abrazos que se anhelan, de personas que se encuentran muy distantes.
Es la energía del amor, la que no tiene distancia, la que se expande, cruza mares, cielos y montañas, para alcanzar el deseo del abrazo anhelado, hasta penetrar en la piel, como elíxir de curar heridas.
Esa piel cansada de esperar en la constancia, los abrazos de los amores que extraña, que no renuncia al abrazo acercado, de aquella despedida que nunca olvida…
Pero mientras tanto...la piel envejecida, se reacomoda en su cuerpo, ya no es la misma, aguarda en nutrirse, renovarse, cuando nuevamente, ya no entristecida, los brazos se alcancen cuerpo a cuerpo, y se unan en epidermis, en sí misma, y deje atrás, la piel curtida , seca y sin afanarse, por el dolor de esperar en perseverancia.
Entonces brillará en lozanía, que refleja el brillo de la mirada entrañable: en la del padre, en la de la madre, en los hijos, en los amigos y en quienes regresen al hogar o lugar de dónde se hayan ido…porque abrazar con el pensamiento o con el alma, en la distancia… !jamás puede ser lo mismo!
Ana Sabrina Pirela Paz
(Nov 2020)
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